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Barnagaud, J.-Y., Issa, N. y Dalloyau, S. 2019. Where to watch birds in France. Pelagic Publishing. Exeter, Reino Unido. 336 pp. ISBN 978-1-78427-154-1.
La editorial inglesa Pelagic Publishing ha iniciado en los últimos años una colección de guías sobre Where to watch birds in… que poco a poco están completando para distintos lugares de Europa. Recientemente han publicado la dedicada a Cerdeña (véase la siguiente revisión a cargo de Andrea Corso), y este año 2019 han publicado una completa sobre los lugares para observar aves en Francia.
Sin ser un especialista sobre las aves de ese país, algo de experiencia he ad-quirido por algunos viajes por su costa mediterránea desde el Rosellón hasta Italia, también al noroeste en la isla de Ouessant, y más recientemente por un trabajo de campo intenso en la Provenza. Con estos mimbres, acometo la revision de esta obra.
De entrada, conviene remarcar que dirigen la obra no a los observadores más experimentados que necesiten solamente explicaciones de los puntos para encontrar algunas especialidades, sino que se dirigen a todos los ornitólogos. Esto no excluye a los primeros, pues se comentan las especies más deseadas por los listeros más punteros de las listas europea o paleártica. Pero es importante saber el enfoque para no llevarnos sorpresas cuando leamos que nos comentan especies como aga-teador europeo o reyezuelo listado, por citar dos muy comunes que se hallan en buena parte de Francia.
Este país contiene una de las avifaunas más diversas de Europa, pues contiene tanto aquellas especies mediterráneas que se hallan acantonadas en la costa sur del país como la carraca, el abejaruco, la ganga ibérica, el sisón o el elanio común, como aquellas que se distribuyen por el norte de Europa como el pico tridáctilo o el cascanueces. Tienen unas 400 especies regularmente cada año, de las que 357 nidifican o invernan año tras año. De todas estas, seleccionan 30 como las más buscadas por aquellos pajareros más fanáticos en sus listas, en una sección in-dependiente. De esta manera ofrecen lo que requieren aquellos que no necesitan de explicaciones para esas especies más comunes. El resto del libro trataría, así, de las explicaciones de cómo llegar y visitar todos esos puntos que ofrece Francia para un observa-dor de aves promedio.
Dividen el país en 14 regiones, en las que resaltan en total 312 sitios representativos, elegidos por su composición de especies de aves y la facilidad de acceso. Los sitios se-leccionados permiten al lector ver la mayor diversidad de especies posible y la mayor va-riedad de especialidades locales en un tiempo razonable, respetando las reglas éticas básicas que son obvias para todos los observadores de aves. Siempre que sea posible, los sitios se organizan en grupos o itinerarios que pueden cubrirse en dos o tres días sin apresurarse. Para complementar, todos los sitios descritos están geolocalizados en un archivo que puede descargarse del sitio web del editor y cargarse en cualquier dispositivo GPS. Además, con una cantidad enorme de mapas y fotografías, hacen de esta guía una herramienta ideal para tener a mano en cualquier viaje que hagamos a Francia, sea con la idea de ver pájaros, o si vamos para experi-mentar otros temas en el país que más turistas recibe en el mundo, y tenemos tiempo para una escapada rápida.—José Luis Copete.
Craik, R. y Lê Quý Minh. 2019. Birds of Vietnam. Lynx Edicions. Barcelona. 400 pp. ISBN 9788416728107.
Vietnam es un país con un alto número de especies endémicas (19) teniendo en cuenta su situación en el continente asiático, es decir, no es una isla donde se pueda producir un fenómeno de radiaciones adaptativas por especies que colonizan un entorno sin aves. En total posee 39 especies que son casi endémicas así como un número bastante alto de subespecies distintivas. Es el resultado de procesos de especiación que se han desarro-llado en ese país a lo largo de miles de años, que no solo es patente en las aves, sino además en otros grupos como anfibios o mamíferos. No podemos olvidar aquí que la cordillera de los Annamites, que separa Vietnam y Laos, contiene especies tan sigulares en el planeta como un bóvido, el saola (Pseudoryx nghetinhensis) o algunas especies de muntjac o el tristemente hoy ya casi seguro extingui-do kouprey (Bos sauveli). Que hayan evolu-cionado en esa región mamíferos de esa talla indica que hay muchas posibilidades de que surjan especies de pájaros no conocidas, aún hoy en día.
Hasta ahora, sin embargo, todos depen-díamos de la guía de Craig Robson, Birds of Southeast Asia, para visitar Vietnam. Esta guía ofrece como gran problema que no tiene mapas, y que además los dibujos son de un tamaño ciertamente reducido, para poder incluir todas las especies del sudeste asiático. Ahora, por suerte, ha salido recientemente esta guía preparada por dos ornitólogos residentes en Vietnam, con mapas de gran calidad y actualizados, taxonomía al día, y con muy buenos dibujos.
Además del contenido, que es lo más importante y que la convierten en la guía de referencia para Vietnam, hay que remarcar el formato de la guía. Han editado la misma en dos formatos: el tradicional de las guías de campo que ha ido publicando Lynx Edicions, la tapa dura, que como muchos ornitólogos convendrán ofrece algunas desventajas para su uso en el campo; y una nueva versión, que llaman flexicover, que es ideal para su uso como guía de campo: una tapa blanda pero no la normal de cartón sino una que es flexible y que tiene una superficie de un compuesto que la hace resistente al agua. Se trata de una apuesta de la editorial que parece del todo adecuada. Al ser flexible, la podemos encajar en mochilas, macu-tos, o bolsillos, donde nos pueda caber, de manera que se adapte al contenido del material. Algo que la tapa dura siempre generaba pro-blemas. Y al mismo tiempo, esa resistencia de la tapa al agua, la hace especialmente indicada para las guías que abarcan países tropicales, donde la hume-dad y la lluvia es algo que con seguridad viviremos mientras la usemos.
La introducción a la guía incluye una interesante, por completa, sección sobre historia de las exploraciones ornitológicas en el país, una descripción de la geografía física con las principales características topográficas, las EBA (Endemic Bird Areas), y las menciones a las principales especies que están asociadas con las distintas áreas descritas, además de los hábitats existentes. También una sección sobre clima, y una breve lista de lugares de mayor interés para observar aves.
Otro de los aspectos a remarcar es la importancia que se da en la guía a los grupos de subespecies. Se trata de un concepto desa-rrollado en origen en la Illustrated Checklist of the Birds of the World de Lynx y BirdLife International, donde separan los grupos de subespecies, cuando una especie tiene diver-sos taxones subespecíficos, que presentan su-ficientes particularidades como para alertar de su posible separación como especies inde-pendientes si en el futuro nuevas investiga-ciones examinan los casos. Estos subspecies groups se hallan también usados en esta guía, de manera que conviene que el lector lea de-tenidamente la parte introductoria de la guía antes de usarla. Si no lo hace, puede ser que no entienda muy bien el concepto. Pero una vez se sabe por dónde van los tiros, se trata de un enfoque muy útil, ya que permite al ornitólogo que use la guía reparar en esas subespecies más distintivas.
Además de ello, como gran novedad y atractivo, está el uso de códigos QR para cada especie. Esto permite que el lector salte de forma digital a la Internet Bird Collection, en concreto a las fotos, vídeos y sonidos de la especie del código QR en esa platafor-ma digital. Esto le permite consultar material audiovisual de cada especie. Algo que quizás en el campo no sea posible o necesario, pero sí interesante cuando estamos de noche en el hotel elaborando el listado de las especies encontradas ese día.
En relación con lo previo, el material añadido, es destacable que la guía circula con una tarjeta, que nos permite descargar una checklist de todas las aves de Vietnam, en pdf, que podemos imprimir antes de via-jar allá.
La parte principal es, cómo no, las lámi-nas y fichas de especies, con sus mapas. Un total de 870 especies son de presencia regular. Además, incluyen taxones que conside-ran de llegada potencial, como material quese avanza a lo que probablemente añadirá a la avifauna del país. El número de figuras es enorme, pues al incluir varias para cada especie, el gran total hace más de 1.900 dibujos los que se incluyen.
Se trata, en conclusión, de la guía de referencia para Vietnam, por la calidad de las ilustraciones, la actualidad de los mapas y estatus, más la taxonomía. La calidad del libro nos hace optimistas respecto al resto de títulos que la editorial tiene en preparación para otros países o regiones del mundo, que serán de formato y estructura similar.—José Luis Copete.
Fozzi, I. y De Rosa, D. 2018. Where to watch birds in Sardinia. Pelagic Publishing. Exeter, Reino Unido. 140 pp. ISBN 9781784271794.
Sicily and Sardinia, the two largest Mediterranean islands in that order, may appear rather similar superficially, with just a few geological differences. For example Sardinia has a limited area of volcanic origin and not a single active volcano while Sicily has several volcanic areas and one of the largest active volcanos in Europe, Mount Etna. The highest Sardinian peak is about 1,100m asl whereas the Sicilian Madonie Mountains reach over 2,400m and the Etna summit is over 3,300m. However, the two islands are actually quite different, especially so regarding fauna and flora. Sardinia is by far the more isolated of the two. Sicily is separated from mainland Italy by the 3km of the Strait of Messina and from North Africa by the 145km (of the Sicilian Channel between Sicily and the North Africa). By comparison, Sardinia is 190km from mainland Italy and slightly less from Tunisia. In general, Sardinia has experienced a stronger island effect that is reflected in the more rapid and greater speciation of its fauna. For example, Sardinian amphibians and reptiles include four endemic European cave salamanders (Spe-leomantes sp.) and the Sardinian Mountain Newt Euproctus platycephalus, in addition to one Tyrrhenian and five Sardo-Corsican endemics. Sicily lacks urodeles and has two (endemic) lizards, one terrapin and two sub-endemic amphibians. Among mammals, there are six or seven Sardinian and Sardo-Corsican endemic subspecies and one Sardinian endemic species: the Sardinian Long-eared Bat Plecotus sardus, compared to only one Sicilian-Maltese endemic, the Sicilian Shrew Crocidura sicula.
With respect to birds, Sardinia has four endemic subspecies and a further eight to ten are Sardo-Corsican endemics, but there are only two Sicilian endemic subspecies: Marsh Tit Poecile palustris siculus and Long-tailed Tit Aegithalos caudatus siculus, with one further contender (Etna's Crossbill) and a debated taxon Sicilian Rock Partridge (either an endemic subspecies or species – Alectoris (g.) whitakeri). The bird lists of the two islands differ substantially; including vagrants 430-440 species have been found in Sicily but only 365-370 species in Sardinia. This difference is partly explained by the greater isolation of Sardinia. Such common Sicilian species as the Crested Lark Galerida crista-ta, Short-toed Treecreeper Certhia brachy-dactyla and Rock Bunting Emberiza cia have seldom or never been recorded in Sardinia. A second factor is that Sardinia has many fewer resident ornithologists and birders than Sicily and sees far fewer visiting observers.
Where to watch birds in Sardinia is a most welcome publication that promises to stimulate birding tourism and to play an important role in enhancing the conservation of this wonderful area of the Mediterranean Basin.
This is a well written and well produced publication, ideal for field use. A larger print size would have been helpful, however. The maps are clear and well drawn, but would also have benefited from being larger: they are less useful for finding minor sites and specific species than those featured by Dave Gosney in his Finding Birds series.
The various sites are grouped into six main geographical groups: NW, NE, CW (Central-West), CE, SW and SE. Each group is well introduced and clearly summarised. However, a larger general map of the whole island with these areas and the relevant site accounts colour-coded would have made site location easier. Accounts are thorough and extremely helpful, including the following sections 1) Highlights, 2) Habitat description including conservation status, 3) When to visit, 4) Target species – of birds and also other fauna and flora, 5) Facilities, including brief advice on where to stay and even some information on history and interesting local events – such as the summer jazz festival in SW4, 6) Access, including GPS coordinates and information on which roads and tracks to follow, 7) Visit duration, 8) Photo opportunities; and 9) Recommendations.
The final part of the book consists of a ‘Selected bibliography’, ‘About the authors’, ‘Index of sites’ and ‘Index of species’. I found this last section most helpful, featuring all mentioned species and the site codes of each site where these were reported. Scientific names include trinomials in the cases of endemic and sub-endemic taxa. The book excludes vagrants and lists 300 species of resident, migratory and wintering birds; a more complete list would have been preferable. Finally, the selection of “Sardinian must-see species” features such commonplace sights as the ‘boring’ Greater Flamingo Phoenicopterus roseus, Griffon Vulture Gyps fulvus and Purple Swamphen Porphy-rio porphyrio. I would have favoured the inclusion of some endemic forms instead, such as the recently split Tyrrhenian Flycatcher (aka Mediterranean Flycatcher, Muscicapa tyrrhenica tyrrhenica) and especially the Sardinian Great Spotted Woodpecker Den-drocopos major harterti and Kleinschmidt's Sparrowhawk Accipiter nisus wolterstorffi. These last two taxa are practically unknown to most Palearctic birders despite being strikingly distinct: the former obviously related to the North African taxa and the latter being the most distinctive and immediately identifiable of all Eurasian Sparrowhawk subspecies.
In conclusion, I recommend that you buy this book and visit this wonderful, thinly populated and still rather wild island. There is much to discover there.—Andrea Corso.
Peral, T. 2018. Águila de Bonelli. Grefa. 115 pp. ISBN 978-84-09-06045-0.
Esta es la primera reseña que se hace en esta sección dedicada a un libro de fotografía de autor. Reseñas sobre guías fotográficas han aparecido antes, por ejemplo sobre la guía de Incafo, hace ya muchos años, por Ramón Sáez-Royuela, un histórico de SEO/ BirdLife, o sobre una magnífica guía de las aves de Japón, Kanouchi et al., 1998. Wild birds of Japan, en Ardeola 47(2) en el año 2000, por quien firma esta. Sin embargo, los libros dedicados a plasmar la selección de do-cumentos fotográficos de un autor que ha trabajado durante años una especie, no han sido motivo de recensiones, dada la orientación de la revista hacia lo académico. Sirva esta primera reseña como un punto de inflexión.
Es del todo merecido que la primera la hagamos sobre un libro que se puede califi-car como especial. Se trata de una obra que ofrece al lector la selección que el propio autor, Tony Peral, ha hecho con mucho es-mero de los miles de fotos que ha obtenido sobre una especie emblemática, el águila de Bonelli o águila perdicera Aquila fasciata, especialmente en las sierras mediterráneas de la Comunidad Valenciana. Para hacernos una idea aproximada del trabajo de selección, que se intuye ha sido durísimo por la enorme cantidad de buenas fotos que deben haber quedado fuera del libro, hemos de va-lorar que Tony Peral dejó de contar las horas dedicadas durante más de cinco años a su objetivo, cuando pasó de las tres mil. Su in-tención era, desde el principio, tratar de captar instantáneas en vuelo de esta especie que es una gran acróbata en determinados momentos de su ciclo anual, y una maestra del vuelo si tenemos en cuenta que tiene una dieta ornitófaga en cierta importancia. Pero no fotos en vuelo para obtener lo que podría-mos llamar las ‘fotos documento’, es decir, aquellas fotos donde podemos ver con lim-pieza y detalle las características del plumaje para poder hablar de su identificación. Lo que deseaba acometer Tony Peral era un desafío mayor: captar esos momentos en los que el águila realiza exhibiciones, lances, vuelos nupciales, quiebros… Quiso, por tanto, hacer algo que no se había hecho. Y que le iba a llevar por un camino de gran esfuerzo, madrugones continuos, dormir tapado con espartos en medio de un roquedo, esperas y esperas, para intentar captar algo que sabe de antemano que sólo durará un segundo o dos. Un esfuerzo enorme pero que trae con-sigo la satisfacción, cuando lo consigue, de obtener un material que no solo es estética-mente formidable, sino además de valor para el naturalista como documento científico.
La colección de fotos que presenta Tony Peral es, así, excelente. Tanto los retratos, donde hay un esfuerzo patente de presentar al águila pero también su medio ambiente, como las de historia natural, donde además de las tomas en sí de las cópulas, los lances de caza o las exhibiciones, procura que estas queden enmarcadas en los escenarios, muy fotogénicos, donde habitan.
Hay que destacar, por tanto, que el trabajo fotográfico de Tony Peral va mucho más allá de lo que es ahora común en la fotografía de aves, como actividad amateur: la persecu-ción de retratos, muchas veces procurando que el motivo fotografiado ocupe casi todo el encuadre, de todo pájaro que pase por un radio cercano al observatorio donde se halla el fotógrafo. Muchas veces, rodeado de otros que hacen lo mismo y que, en última instan-cia, acaban por fotografiar casi lo mismo. Eso es normal en los observatorios, especialmente en zonas húmedas, en España ahora mismo. Una proliferación de fotógrafos que tienen buenos equipos, sí, pero poca idea de los motivos a fotografiar. Tony Peral conoce bien la especie que quiere documentar. Tan-tas horas en el campo detrás de ella, le ha hecho conocer su comportamiento, patrones de actividad diaria, cómo caza, cómo se re-laciona con su pareja, y muchos otros deta-lles. Los fotógrafos de naturaleza que, como el caso de Tony Peral, persiguen un objetivo ambicioso en una especie, acaban por em-paparse de su historia natural gracias a la observación directa. Son, en definitiva, ex-pertos de la historia natural de la especie que siguen.
La obra incorpora, además, los textos sobre la biología de la especie de José María Gil Sánchez, que nos ayudan a comprender lo que luego contemplaremos en imágenes. Nos comenta su taxonomía y relaciones con especies cercanas, su distribución, el hábi-tat que ocupa preferentemente, su ecología como depredador, demografía, y los aspectos de conservación principales a los que se enfrenta la especie.
Para finalizar, es remarcable que Tony Peral ha pedido que le haga el prefacio del libro a Markus Varesvuo. Markus es uno de los mejores, si no el número uno, fotógrafos de aves europeos. Su obra es consultable fá-cilmente en la red. Que Markus haya hecho un prefacio tan trabajado y halagador de la obra del autor, indica que comprende la calidad de la obra y el mucho esfuerzo que ha requerido. Si Markus Varesvuo, un tipo más bien parco en palabras y circunspecto, escri-be lo que expone en el prefacio, es que el libro incluye material de primera.
Se trata, en definitiva, de un libro hecho con el mimo de quien siente pasión por la especie estudiada, que es en realidad lo que ha hecho al perseguir esas instantáneas, es-tudiar el águila perdicera. Mimo que se ve antes de abrir el libro: la edición del mismo va en una caja especial, cerrada en cartón de tapa dura y con un cordel, que añade aún más elementos para considerar el resultado como un pequeño tesoro.
Recomendamos a todos los que valoren y disfruten la fotografía de aves, y en concreto la de rapaces, que compren este libro. Las tiradas hoy día, en los libros de naturaleza y más en concreto los de ornitología, suelen ser cortas. Quien piense que le podría inte-resar, que lo compre ya. Es fácil que con los años, si no lo hizo, se lamente de no haberse hecho con una copia.
Ojalá no sea la última iniciativa de crear un libro por Tony Peral. Sus fotos de los hal-cones de Eleonora tomadas en Marruecos, y su actividad como fotógrafo y ornitólogo en ese país, podrían ser muy bien un tema para una obra. Le animamos desde aquí a que lo considere.—José Luis Copete.
Ribeiro, C. 2017. Para além das Nuvens. Aves nos Açores / Beyond the clouds. Birds in the Azores. Letras Lavadas edições / PUBLIÇOR – Publicações e Publicidade, Lda. Ponta Delgada. 160 pp. ISBN 978-989-735-134-1.
En los últimos nueve años han aparecido distintas obras sobre la avifauna de las Azores (Portugal), el archipiélago más septen-trional de la Macaronesia, en consonancia con el interés que despiertan estas ínsulas atlánticas dentro del “mundillo” ornitológi-co, tanto en relación con sus dos especies endémicas –el paíño de Monteiro Hydro-bates monteiroi y el camachuelo de Azores o “priôlo” Pyrrhula murina– como debido a la importante llegada de aves neárticas, al tratarse de un territorio situado a medio camino entre Europa y Norteamérica.
El libro objeto de esta reseña cuenta con textos en portugués e inglés, lo cual facilita notablemente su difusión, y destaca sobre-manera por su calidad fotográfica, ya que se trata más bien de una obra visual y no tanto de contenido. Comienza, tras una breve introducción y el índice, por el prefacio y un pequeño apartado titulado “Localización geográfica de las Azores”, a lo que sigue lo principal, las fichas descriptivas de las aves abordadas. Llama mucho la atención el hecho de que junto a las especies nidificantes aparezcan no pocas migratorias de procedencia norteamericana, incluso algunas ver-daderamente accidentales, registradas en muy contadas ocasiones. Cada especie es ilustrada con una o dos fotografías, y los textos, breves, ofrecen una descripción muy sucinta y datos sobre su lugar de origen y estatus en las Azores.
No deja de sorprender la alta calidad fotográfica de esta obra, siendo una auténtica delicia contemplar bellas imágenes de aves residentes tan emblemáticas e interesantes como el camachuelo de Azores o “priôlo” o las subespecies locales de paloma torcaz Columba palumbus azorica, reyezuelo sen-cillo Regulus regulus azoricus, estornino pinto Sturnus vulgaris granti o pinzón vulgar Fringilla coelebs moreletti. Todo ello, como ya señalamos antes, junto a un amplio elenco de elementos migratorios de distinta procedencia, destacando aquellas aves nor-teamericanas muy raramente registradas en las Azores, como son la serreta capuchona Lophodytes cucullatus, la garcita verdosa Butorides virescens, la garceta azul Egretta caerulea, el playero aliblanco Tringa semi-palmata y el charrán de Forster Sterna fors-teri, entre otras. Por otro lado, resalta la aparición de alguna de procedencia asiática, como una subespecie del ostrero euroasiá-tico Haematopus ostralegus longipes, que hasta ahora ha sido observada, dentro del contexto macaronésico, únicamente en este archipiélago.
Entre las escasas críticas negativas que cabe hacer al contenido de esta obra, se apre-cia que la nomenclatura científica de algunos taxones no sigue la tendencia actual, como acontece con el verderón común Chloris chloris o el jilguero lúgano Spinus spinus, que el autor continúa enmarcando dentro del género Carduelis. En cualquier caso, se trata de un fallo menor, que no ensombrece en absoluto la calidad del libro.
En definitiva, nos encontramos ante un libro muy recomendable, que ofrece en imágenes de alto nivel una amplia muestra de la avifauna nidificante y migratoria azoreana, desde las anátidas hasta los paseriformes, sin descuidar las aves marinas pelágicas, las ardeidas, las limícolas y otros grupos. Además, viene a ser un título complementario de otros como Aves dos Açores, de C. Pereira, publicado en 2010 por la Sociedade Portu-guesa para o Estudo das Aves (SPEA), u Observação de Aves nos Açores, de P. Ro-drigues y G. Michielsen, editado por Artes e Letras en idéntico año. Sin duda, todas estas obras, así como algunas otras acerca del medio natural de las Azores que han visto la luz en fechas recientes, contribuirán a un mejor conocimiento de la avifauna local y a despertar el interés de un mayor número de personas por estos seres alados.—Rubén Barone.