The White-tailed Hawk (Geranoaetus albicaudatus) is listed as a state threatened species in Texas. It occupies prairies and savannas of the Gulf Coastal Plain, but also the barrier islands, many of which are exposed to rapid development and other human disturbances. This is a concern as White-tailed Hawks are known to be highly sensitive to nesting disturbance. We examined the breeding ecology of White-tailed Hawks on 3 Texas barrier islands with low (Matagorda Island) and high (Mustang and North Padre Islands) human disturbance. We found nearest-neighbor distances of nesting pairs were lowest on the island with low human disturbance (1.9 ± 0.9 km) compared to those on islands with high disturbance (2.6 ± 0.8 to 5.6 ± 3.8 km). The highest and lowest daily survival rates for nests occurred on the low human disturbance island in 2006 (0.9954) and 2007 (0.9876). The number of fledglings produced per nesting attempt was significantly lower in 2007 compared to 2006 on the low human disturbance island (P = 0.024), but there was no difference in productivity between years on the high human disturbance islands (P = 0.845). The lower density but larger fledgling numbers in the high human disturbance area may be a result of fewer White-tailed Hawks having adapted to human disturbance, but that lower density allowing for increased territory sizes and wider access to prey resources which, in turn, may have yielded increased productivity. In contrast the low human disturbance areas appear to be saturated and productivity may be limited by density-dependent factors. If White-tailed Hawks are to be conserved on the barrier islands, a better understanding of the species' tolerance and adaptability to human disturbance is needed, and a balance will need to be found between continued anthropogenic development and maintenance of adequate foraging and nesting habitat.
El gavilán coliblanco (Geranoaetus albicaudatus) es una especie amenazada en Texas. Ocupa praderas y sabanas de la llanura costera del Golfo, pero también las islas barrera, muchas de las cuales están expuestas a un rápido desarrollo y otras amenazas humanas. Esto es preocupante, ya que se sabe que los gavilanes coliblanos son muy sensibles a las perturbaciones durante la época de anidación. Examinamos la ecología reproductiva del gavilán coliblanco en 3 islas barrera de Texas con baja (isla Matagorda) y alta (islas Mustang y North Padre) perturbación humana. Encontramos que las distancias entre vecinos más cercanos de las parejas reproductoras eran menores en la isla con baja perturbación humana (1.9 ± 0.9 km) en comparación con las de las islas con alta perturbación (2.6 ± 0.8 – 5.6 ± 3.8 km). Las tasas de supervivencia diaria de nidos más alta y más baja se dieron en la zona de nidos de baja perturbación humana en 2006 (0.995) y 2007 (0.987). El número de volantones producidos por intento de nidificación fue significativamente inferior en 2007 en comparación con 2006 en la zona de baja perturbación humana (P = 0.024), pero no hubo diferencias en la productividad entre años en la zona de alta perturbación humana (P = 0.845). La menor densidad, pero el mayor número de pollos volantones en la zona de alta perturbación humana, puede deberse a que un menor número de gavilanes coliblancos se ha adaptado a la perturbación humana aumentando el tamaño de su territorio, lo que refleja un mayor acceso a los recursos de presa que, a su vez, puede haber dado lugar a una mayor productividad. Por el contrario, las zonas de baja perturbación humana parecen estar saturadas y la productividad puede estar limitada por factores relacionados dependientes de la densidad. Si se quiere conservar el gavilán coliblanco en las islas barrera, es necesario comprender mejor la tolerancia y adaptabilidad de la especie a las perturbaciones humanas y encontrar un equilibrio entre el desarrollo antropogénico contínuo y el mantenimiento de un hábitat adecuado para la búsqueda de alimento y la nidificación.
Palabras clave: productividad, sobrevivencia de nidos, tasa diaria de sobrevivencia, territorialidad.